En algún momento de la vida de una persona es posible que experimente alguna incomodidad como dolor, o ardor a la hora de orinar. Dependiendo de los síntomas podría estar ante una infección urinaria o infección de las vías urinarias (IU), que sucede cuando bacterias, gérmenes y otros microorganismos invaden o colonizan este órgano del cuerpo.
En la gran mayoría de ocasiones, el cuerpo es capaz de evacuar esas bacterias. Sin embargo, hay algunas personas con condiciones específicas que hacen que se vuelva mucho más fácil para las bacterias generar la infección.
Es un hecho que las mujeres tienen mayor riesgo de contraer una infección urinaria. Las estadísticas señalan que, por cada 30 mujeres con una IU, hay un solo hombre con esta enfermedad. No obstante, cuando el hombre envejece, la cifra tiende a igualarse.
Esto se debe a que, en las mujeres, la uretra es más corta y está más cerca del recto, lo que facilita la entrada de bacterias a las vías urinarias. En los niños que aprenden a ir al baño, también es bastante frecuente.
Según su ubicación en las vías urinarias, pueden diagnosticarse al menos dos tipos de infección urinaria más frecuentes. La cistitis, la más común, se da en la vejiga. También llamada infección en las vías urinarias bajas. Y la pielonefritis, en los riñones (infección en las vías urinarias altas) es menos común pero más grave.
¿Qué síntomas tiene la infección urinaria?
Los síntomas pueden clasificarse dependiendo si es una infección a nivel de las vías urinarias bajas (a nivel de la uretra) o altas (riñones). Generalmente se inicia con un síndrome miccional, características clásicas de una infección urinaria. Comprenden:
- Polaquiuria: Necesidad de orinar muchas veces, y cuando se orina, se hace poco.
- Disuria: Es ese ardor intenso o dolor al orinar.
- Tenesmo vesical: Es el deseo de orinar aún con la vejiga vacía. Además, también se tiene dificultad para orinar.
- Urgencia miccional: Como lo indica su nombre, sentir urgencia a la hora de ir a orinar.
Signos de extensión de la enfermedad, o infección en las vías urinarias altas:
- Fiebre mayor a 38 °C.
- Escalofríos, fatiga y malestar.
- Dolor en flancos.
- Alta sensibilidad en ángulo costovertebral en el momento en que se hace la palpación (espalda, por ejemplo).
¿Qué causa una infección urinaria?
Una infección urinaria está relacionada muy a menudo a las relaciones sexuales. Sin embargo, además de esa razón, puede ser causada por varios motivos que van desde tener malos hábitos de higiene, cambios en las bacterias que viven dentro de la vagina (flora vaginal) hasta, incluso, la edad, pues en niños y adultos mayores son más propensos a contraer una IU.
También hay que tener en cuenta que algunos factores como tumores, diabetes, cálculos, sondas, catéteres y también cambios en las hormonas, que pueden ocurrir en la menstruación, la gestación, el parto, el puerperio, la menopausia, entre otros.
¿Cómo prevenir una infección urinaria?
A pesar de ser común, usted puede tomar algunas medidas para prevenir infecciones urinarias:
- Orinar antes y después de la actividad sexual.
- No aguantar al ir al baño.
- Mantenerse bien hidratado.
- Ducharse (no baños de tina).
- Minimizar el uso de duchas vaginales, aerosoles o talcos en el área genital.
- Enseñarles a las niñas que estén aprendiendo a ir al baño a limpiarse desde adelante hacia atrás.
- Tomar jugo de arándanos y antioxidantes de manera habitual para prevenir la concentración de bacterias.
- Recomendación para las mujeres, usar interiores de algodón, no de licra.
¿Cómo se detecta en exámenes de laboratorio?
Análisis de orina
Generalmente se realiza a través de un análisis de orina. Se le pedirá que lleve al laboratorio una muestra de orina en un recipiente. Su contenido se analizará para bacterias y glóbulos blancos, mismos que el cuerpo produce para combatir las infecciones.
Las bacterias también se pueden encontrar en la orina de personas sanas, por lo que la infección se diagnostica con los síntomas, pero también en las pruebas de laboratorio.
Cultivo de orina
En algunos casos, se pueden necesitar un cultivo de su orina para ver qué tipo de bacteria está causando la infección. No siempre es necesario hacer un cultivo de orina, pero en ciertos casos puede ser importante, como cuando se tienen infecciones repetidas o ciertos problemas médicos.
Con ese cultivo de orina, aparece el germen específico y se trata el germen, dependiendo de la sensibilidad al antibiótico.
Imágenes de las vías urinarias
Si usted tiene infecciones repetidas de la vejiga o tiene una infección complicada, relacionada con problemas adicionales, como piedra en los riñones, entre otros, el médico puede pedir pruebas de imágenes para poder observar mejor las vías urinarias.
El médico tendrá que ver si hay:
- Sepsis o shock séptico, que no exista alguna obstrucción u obseso que requiera un control urgente que facilite el alcance tan alto de la enfermedad.
- Sospecha de obstrucción del tracto urinario que tenga características del cólico renal (dolor repentino en los riñones, sordo, constante, aumento en la frecuencia de orinar).
- TAC de abdomen y pelvis para identificar cálculos, infecciones formadoras de gases, hemorragia, obstrucción o abscesos.
También podrían practicarle una cistoscopia para mirar dentro de la uretra y la vejiga. Durante este procedimiento, los médicos usan un instrumento similar a un cistoscopio para ver si tiene hinchazón u otras señales de infección, además de problemas estructurales. No es dolorosa pero sí puede ser un poco incómoda.
Los médicos también pueden hacerle pruebas urodinámicas, que son cualquier procedimiento que demuestre cómo la vejiga, esfínteres y uretra están almacenando y liberando la orina.
Cuando usted sienta un síntoma de infección urinaria aumente el consumo de líquido. Lo ideal es empezar un tratamiento con antibióticos que debe de ser recetado por el médico.