La dexametasona pertenece a la familia de los corticoides (o corticosteroides), que tienen propiedades antiinflamatorias, inmunosupresoras y antialérgicas. Estos fármacos son esenciales en el manejo de patologías como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el distrés respiratorio agudo, las alergias broncopulmonares, nasales, cutáneas y oculares.
También se usan para los choques anafilácticos, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, el edema cerebral e incluso reducir los efectos secundarios de la quimioterapia, entre otros trastornos.
¿La dexametasona es efectiva contra el COVID-19?
En junio de 2020, la Universidad de Oxford (Reino Unido) aseguró mediante una nota de prensa, y posteriormente en New England Journal of Medicine, que la dexametasona tiene la capacidad de reducir el riesgo de muerte en pacientes de COVID-19 con complicaciones respiratorias.
Esta afirmación de la Universidad de Oxford fue posible gracias a un estudio denominado Recovery, cuyo objetivo fue evaluar la eficacia de diferentes fármacos contra el coronavirus y que se probó en pacientes hospitalizados con COVID-19 y se observó que aporta beneficios a enfermos en estado crítico.
Luego de la publicación de los resultados del ensayo Recovery, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó administrar corticosteroides (por ejmplo, dexametasona, hidrocortisona o prednisona) por vía oral o intravenosa para tratar a los pacientes graves o críticos de COVID-19. A la vez que, desaconseja tratar con corticosteroides a los pacientes con síntomas de esta enfermedad que no sean graves, salvo si ya los están tomando para tratar otras dolencias.
¿La dexametasona es segura?
La OMS afirma que en general, el tratamiento con dexametasona es seguro. Los beneficios que aporta superan los posibles riesgos, en particular en los pacientes con formas graves de neumonía, si bien los beneficios son menores en el resto de los pacientes. Dada la brevedad del tratamiento, incluso en dosis altas, los corticosteroides no se asocian a efectos secundarios graves. El posible aumento de los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia) es temporal.
Aunque podría ser de utilidad en el tratamiento por el efecto antiinflamatorio del medicamento, la OMS hizo hincapié en que la principal responsabilidad sobre sus efectos óptimos se encuentra en el uso juicioso por parte del personal médico.
¿Por qué no se debe abusar de este medicamento?
Ahora bien, su uso prolongado (es decir, durante más de dos semanas) sí puede estar asociado a eventos adversos como glaucoma, cataratas, retención de líquidos, hipertensión, efectos psicológicos (como cambios de humor, problemas de memoria, confusión o irritabilidad), aumento de peso o aumento del riesgo de infecciones y osteoporosis.
Aunque los efectos secundarios de este medicamento no son comunes, podrían llegar a presentarse. Por ello es importante estar atentos si se presenta alguno de estos signos o síntomas: malestar estomacal, irritación del estómago, vómitos, cefalea (dolor de cabeza), mareos, insomnio, agitación, depresión, ansiedad, acné, aumento del crecimiento del pelo, facilidad para desarrollar moretones, menstruaciones irregulares o ausentes.
¿Qué dicen los expertos?
Una de las preocupaciones de las instituciones de salud está asociada con el uso de la dexametasona en “combos” con otros medicamentos como la ivermectina, un antiparasitario de uso veterinario y contra la malaria, cuya eficacia no está comprobada ni avalada por la OMS para el COVID-19, y que, sin embargo, gobiernos nacionales o locales como Ecuador, Perú, Bolivia y en la ciudad de Cali en Colombia, han empezado a recomendarlo.
Ante tal situación, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) inició campañas educativas en las redes sociales (RRSS) sobre los usos de la dexametasona. El mensaje es muy sencillo: la automedicación pone en riesgo tu salud.
Este tipo de tratamientos, aún experimentales, y que fueron realizados o diseñados mientras se desarrollaba una vacuna contra el COVID-19, deben ser implementados, exclusivamente bajo autorización y supervisión médica.