Con la presencia de humedad ambiental se depositan partículas de agua en superficies como alfombras, paredes, techos, entre otros. Si estas superficies están bien ventiladas y soleadas, el agua condensada volverá a evaporarse con el calor. Sin embargo, en estancias poco ventiladas y con alto nivel de humedad ambiental, las zonas oscuras o con escasa iluminación y ventilación tenderán a estar permanentemente húmedas.
Esta humedad intramuros, es decir, el nivel de humedad que existe en espacios habitables tales como: nuestros hogares, oficinas, armarios, baños y salones; tiene un importante impacto en la salud.
Estudios demuestran que una humedad superior a 65% no solo es perjudicial para la salud, sino que además contribuye con la proliferación de ácaros y moho, deteriorando inclusive la infraestructura de los espacios.
La aparición de ácaros y moho pueden desencadenar el desarrollo de afecciones como dolor en personas con enfermedades reumáticas y enfermedades crónicas respiratorias. Investigaciones han encontrado evidencias que relacionan la exposición continuada a mohos con afecciones del tracto respiratorio (congestión nasal, irritación de la garganta), tos, asma, irritación en los ojos y piel, en personas sanas. El moho también está vinculado con la neumonitis por hipersensibilidad en individuos susceptibles a esta condición inmunológica.
¿Qué medidas debes tomar ante la presencia de humedad?
Si en tu casa u oficina hay manchas de humedad y/o hongos que crecen en esquinas entre suelos y paredes, es probable que los niveles de humedad excedan lo normal que va de 40 a 60%.
Debes tomar en cuenta el número de personas que conviven en el mismo espacio, ya que a más personas mayor nivel de humedad se producirá. Si tu casa u oficina se ventila poco y tiene zonas a las que nunca acceden los rayos del sol desde las ventanas, ya tienes otro factor más a favor.
Para evitar la humedad y proliferación de estos organismos que comprometen tu salud, es necesario limpiar las áreas y superficies en las que hay presencia de moho y ventilar los espacios para que el aire se renueve; si tienes aire acondicionado, procura limpiar los filtros frecuentemente.
En ambientes cerrados los equipos deshumedecedores son de gran ayuda para controlar la humedad. Usa aspiradora con frecuencia y evita alfombras, cortinas o peluches en las habitaciones.
Estas recomendaciones te ayudarán a contrarrestar los efectos negativos de la humedad y prevenir alergias estacionales en esta época de frío.