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Glucosa basal: ¿qué información nos brinda este análisis?

Se le llama glucosa basal básicamente porque la glucosa hace referencia a la glucemia, que es precisamente los niveles de este “azúcar” en la sangre. Y basal, en términos sencillos, es porque se realiza en ayunas. Foto: Freepik

¿Le han pedido alguna vez ir “en ayunas” cuando le toca realizarse un examen de sangre? Esto es porque en su centro de medicina ocupacional o laboratorio, entre otros, le harán un análisis llamado glucosa basal, que no es otra cosa que conocer el nivel de glucosa en ayunas. Se trata de un test preciso, reproductible y de fácil aplicación.

En general, el análisis de glucosa basal se hace para averiguar si sus niveles en la sangre están dentro de los límites saludables. Habitualmente se usa para diagnosticar o vigilar la diabetes.

¿Qué es la glucosa basal?

A la glucosa se le conoce como un tipo de azúcar. Es una de las principales fuentes de energía de nuestros órganos. Aunque esta aumenta cuando comemos y baja cuando estamos en ayunas, nuestro cuerpo la mantiene dentro de unos niveles más o menos constantes y saludables.

Se le llama glucosa basal básicamente porque la glucosa hace referencia a la glucemia, que es precisamente los niveles de este “azúcar” en la sangre. Y basal, en términos sencillos, es porque se realiza en ayunas.

¿Por qué se debe realizar la glucosa basal “en ayunas”? En un artículo publicado en la Revista Médica Herediana, Giovanna Rodríguez Lay, profesora Asociada del departamento de medicina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia explica que, en ayunas, se realiza una especie de “mantenimiento” de los niveles de glucosa en la sangre.

“El cerebro consume alrededor del 80% de la glucosa utilizada durante el reposo en ayunas, siendo su principal combustible, por lo que este depende críticamente del mantenimiento de niveles sanguíneos de glucosa normal”, señala el artículo.

¿Cómo se realiza la prueba?

Para que este análisis clínico de sangre se pueda hacer, el paciente no debe haber ingerido alimentos durante las ocho horas previas al examen. Tampoco debe haber pasado 12 horas sin comer.

Ya en el centro de salud y a primera hora (recomendable), un profesional de la salud toma una muestra de sangre de una vena de un brazo con una aguja pequeña. Después de insertar la aguja, extrae una pequeña cantidad de sangre que coloca en un tubo de ensayo o frasquito. Esa muestra tendrá otros procesos para determinar el nivel de glucosa en la sangre.

¿Qué ocurre en nuestro cuerpo con la glucosa?

La glucosa se almacena principalmente en el hígado, importante para mantener los niveles de glucosa en sangre (glucemia). Este órgano se precisa la ayuda de la insulina, sustancia que produce el páncreas. Cuando la insulina es insuficiente, la glucosa se acumula en sangre, y si esta situación se mantiene, da lugar a una serie de complicaciones en distintos órganos.

Aunque esta es la razón principal del aumento de la glucosa en la sangre, hay otras enfermedades y alteraciones que también lo provocan. Por eso, es vital detectar, identificar y cuantificar a través de varios análisis, entre ellos la glucosa basal para el diagnóstico de la diabetes y para el control de los pacientes diabéticos.

Niveles normales de glucosa en la sangre

  • La glucemia basal en ayunas suele ser de 70-100 mg/dl.
  • La glucemia basal postprandial (dos horas después de haber comido) 100-140 mg/dl.
  • Hiperglucemia (120-160 mg/dl).
  • Hipoglucemia (50-70 mg/dl).

¿Por qué necesito una prueba de glucosa basal?

Si tiene síntomas de niveles de glucosa altos (hiperglucemia) o bajos (hipoglucemia), es necesario el análisis de glucosa basal. Es importante recordar que cuando el cuerpo no puede regular la glucosa como debiera, se le denomina glucosa basal alterada (o prediabetes).

Si el resultado es alto se recomienda confirmar con otra prueba con al menos tres días de diferencia.

Los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden ser un riesgo latente de desarrollar una diabetes mellitus o diabetes tipo 2, lo que indica que debe instaurarse un tratamiento dietético o incluso farmacológico para mantener las cifras en un rango de normalidad.

Los niveles bajos de glucosa en la sangre (hipoglucemia) también pueden provocar problemas médicos serios, como daño cerebral, si no se tratan.

Además, se recomienda seguir unas pautas de alimentación y realizar ejercicio físico, pero también el seguimiento del paciente para vigilar de forma periódica la evolución de estos valores.

Fuentes
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