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Anticuerpos neutralizantes: ¿qué función cumplen con el COVID-19?

Los anticuerpos neutralizantes se usan para la inmunización pasiva y pueden usarse para pacientes, incluso si no tienen un sistema inmune saludable. Foto: Freepik

Los anticuerpos neutralizantes son un tipo de anticuerpo que defienden una célula de un patógeno o partícula infecciosa neutralizando cualquier efecto que tenga biológicamente. La neutralización hace que la partícula ya no sea infecciosa o patógena.

Son parte de la respuesta del sistema inmune contra virus, bacterias intracelulares y toxina microbiana. Al unirse específicamente a las estructuras superficiales (antígeno) en una partícula infecciosa, los anticuerpos neutralizantes evitan que la partícula interactúe con sus células huésped que podría infectar y destruir.

La inmunidad debida a anticuerpos neutralizantes también se conoce como inmunidad esterilizante, ya que el sistema inmunitario eliminó la partícula infecciosa antes de que ocurriera cualquier infección.

¿Todos los anticuerpos son neutralizantes?

No todos los anticuerpos que se unen a una partícula patogénica son neutralizantes. Los anticuerpos no neutralizantes, o anticuerpos de unión, se unen específicamente al patógeno, pero no interfieren con su infectividad. Eso podría deberse a que no se unen a la región correcta.

Los anticuerpos no neutralizantes pueden ser importantes para marcar la partícula en busca de células inmunes, lo que indica que ha sido dirigida, después de lo cual la partícula es procesada y, en consecuencia, destruida por las células inmunes reclutadas.

¿Qué función cumplen estos anticuerpos?

Los anticuerpos neutralizantes se usan para la inmunización pasiva y pueden usarse para pacientes, incluso si no tienen un sistema inmune saludable. A principios del siglo XX, a los pacientes infectados se les inyectó antisuero, que es el suero sanguíneo de un paciente previamente infectado y recuperado que contiene anticuerpos policlonales contra el agente infeccioso.

Esto demostró que los anticuerpos podrían usarse como un tratamiento efectivo para las infecciones virales y las toxinas. El antisuero es una terapia muy cruda, porque los anticuerpos en el plasma no están purificados o estandarizados y el donante podría rechazar el plasma sanguíneo. Como depende de la donación de pacientes recuperados, no se puede ampliar fácilmente.

Sin embargo, la terapia con suero todavía se usa hoy como la primera línea de defensa durante un brote, ya que puede obtenerse relativamente rápido. Se demostró que la terapia con suero redujo la mortalidad en pacientes durante la pandemia de gripe porcina de 2009 y en la epidemia del virus del Ébola en África occidental. También se está probando como posible tratamiento para COVID-19.

Recordemos que el COVID-19 es una enfermedad infecciosa que se transmite principalmente a través de las gotículas generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o espira. La mayoría de las personas que se contagian presentan síntomas de intensidad leve o moderada, y se recuperan sin necesidad de hospitalización.

Anticuerpos neutralizantes y el COVID-19

Ya que los anticuerpos neutralizantes permiten eliminar el efecto de microorganismos invasores, la comunidad científica lleva tiempo estudiando si la respuesta defensiva mediante anticuerpos neutralizantes puede inducir inmunidad efectiva y duradera en el caso del COVID-19. Además, se está investigando si estos anticuerpos de pacientes que han estado en contacto con el coronavirus SARS-CoV-2 podrían utilizarse como base para nuevos tratamientos contra el COVID-19.

Conocer cómo invade el coronavirus las células y cómo actúan los anticuerpos neutralizantes para combatirlo, es fundamental para avanzar en el posible uso de estos anticuerpos con fines terapéuticos o preventivos. Los estudios llevados a cabo hasta el momento con el SARS-CoV-2 señalan que los anticuerpos neutralizantes aparecen unas dos semanas tras comenzar la infección, y que su pico máximo de actividad se produciría a las 4 y las 6 semanas.

Sin embargo, no se ha confirmado si todos los pacientes generan anticuerpos neutralizantes, qué factores determinan su aparición y actividad (edad del paciente, gravedad de la infección…) ni si sus niveles de neutralización son siempre suficientes para conferir protección, ya que sus niveles son muy variables y no se detectan en el 10-30% de los pacientes.

¿Qué permiten las pruebas de anticuerpos neutralizantes?

Sobre la prueba de anticuerpos neutralizantes para COVID-19, consiste en una prueba cuantitativa que requiere obtener una muestra sanguínea en el pliegue del brazo. De hecho, los resultados se obtienen dentro de las próximas 24 horas.

La Clínica Mayo en un artículo de su blog aclara que, aunque este análisis de sangre que no puede determinar si en el momento estás infectado; una prueba de anticuerpos neutralizantes (que se puede hacer después de que tengas resultado positivo de COVID-19) podría detectar un subgrupo de anticuerpos con la capacidad de inactivar el virus.

Asimismo, el otro propósito que cumplen las pruebas de anticuerpos neutralizantes es comprobar la respuesta inmune frente al COVID-19 de los individuos después de vacunarse.

Esta prueba, aunque nueva y más sensible, podría ser otro paso para determinar lo efectivos que son los anticuerpos para bloquear el virus y así ayudar a proteger contra otra infección del COVID-19, ayudando al desarrollo de nuevos tratamientos.

Fuentes
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