El COVID-19 es una enfermedad infecciosa que se transmite principalmente a través de las gotículas generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o espira. Estas gotículas son demasiado pesadas para permanecer suspendidas en el aire y caen rápidamente sobre el suelo o las superficies. ¿Qué se sabe entonces de la variante del Reino Unido?
Desde hace más de un año, nuestra cotidianidad cambió. Ahora vivimos con una nueva realidad, con nuevos hábitos de higiene y seguridad para la salud, han fallecido más de dos millones de personas en todo el mundo y, en nuestro país, la cifra de muertes por COVID-19 supera los cuarenta mil casos.
Hemos convivido cerca de un año con esta enfermedad, tan agresiva y virulenta como para ser categorizada como pandemia y, además, con la capacidad de detener al mundo en cuarentena.
¿Qué se sabe de la variante de COVID-19 del Reino Unido?
Ahora, justo cuando se creyó que se había empezado a controlar la propagación del virus con las normas de higiene y las recientes vacunas que se han desarrollado; el 14 de diciembre de 2020, las autoridades del Reino Unido informaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se había identificado una nueva variante del SARS-CoV-2 mediante secuenciación genómica viral.
Esta variante se denomina SARS-CoV-2 VUI 202012/01 (por las siglas en inglés de “variante en investigación, año 2020, mes 12, variante 01”). Los análisis iniciales indican que la variante puede propagarse más fácilmente entre las personas.
Esta variante ha causado un aumento sin precedentes en el número de casos en el Reino Unido de aproximadamente 58.784 contabilizados hasta el 4 de enero de 2021. Se ha convertido en la variante predominante en apenas un par de meses y, actualmente, con presencia en el resto de Europa y América.
Esta variante fue localizada en la zona sureste del Reino Unido en setiembre de 2020, según estudios posteriores. Las mutaciones en los virus son comunes y esta no es la primera vez que el SARS CoV-2 muta desde su aparición. De hecho, ha tenido miles de mutaciones, pero ninguna que cambie significativamente el virus, lo que llevaría a una nueva cepa.
¿Las vacunas serán eficaces contra la variante del Reino Unido?
Expertos a nivel mundial aseguran que es poco probable que esta variante del COVID-19 ponga en peligro la eficacia de las vacunas que se desarrollan, producen y aplican en el mundo actualmente. Sin embargo, esa información aún es preliminar.
Sin embargo, la OMS llama la atención sobre el problema que supone la pérdida de eficacia de las pruebas de PCR que utilizan como diana el gen de la espiga (S) del virus. Es recomendable que los laboratorios que usan kits comerciales de PCR se pongan en contacto con el fabricante para obtener más información cuando las instrucciones no identifiquen con claridad cuáles son los genes diana.
¿Qué medidas se deben tomar ante esta nueva variante de COVID-19?
Todos los países deben evaluar su nivel de transmisión local y llevar a cabo actividades adecuadas de prevención y control, incluida la adaptación de medidas sociales y de salud pública de conformidad con las orientaciones de la OMS.
En medio de la segunda ola por coronavirus, la actual ministra de Salud, Pilar Mazzetti, informó que hasta el 22 de enero se habían detectado tres casos de la variante de COVID-19 hallada en el Reino Unido. Además de la restricción de vuelos, el gobierno ha prohibido el ingreso de extranjeros no residentes en el país que hayan estado en Reino Unido tras la aparición de esa variante del coronavirus.
Reducir el riesgo de transmisión
Es importante recordar los principios básicos para reducir el riesgo general de transmisión de infecciones respiratorias agudas:
- Evitar el contacto directo con personas que padezcan infecciones respiratorias agudas.
- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno.
- Las personas con síntomas de una infección respiratoria aguda deben mantener cierta distancia con los demás, cubrirse la nariz y la boca con pañuelos desechables o ropa al estornudar o toser, y lavarse las manos.
Finalmente, para los centros de atención sanitaria se recomienda mejorar las prácticas habituales de prevención y control de infecciones en hospitales, especialmente en las unidades de urgencias, y utilizar mascarillas cuando sea apropiado y asegurar una buena ventilación.