El asbesto es el término designado a un grupo de seis materiales (amosita, crisolita, crocidolita y las formas fibrosas de tremolita, actinolita, y antofilita) que se produce de forma natural en el ambiente y cuyas fibras han sido -y aún son- utilizadas para beneficio de diversas industrias como la construcción.
Los minerales de asbesto tienen fibras largas y resistentes que se pueden separar y son suficientemente flexibles como para ser entrelazadas, son resistentes al calor, al fuego, a los productos químicos y no conduce electricidad.
Dadas estas características, el asbesto se ha usado para una gran variedad de productos manufacturados, principalmente en materiales de construcción (tejas para techado, baldosas y azulejos, productos de papel y productos de cemento con asbesto), productos de fricción (embrague de automóviles, frenos, componentes de la transmisión), materias textiles termo-resistentes, envases, empaquetaduras, y revestimientos.
¿Cómo el asbesto perjudica la salud?
Todos estamos expuestos a pequeñas cantidades de asbesto en el aire que respiramos, ya que sus fibras no se evaporan en el aire ni se disuelven en agua. Estos niveles varían entre 0.00001 y 0.0001 fibras por mililitro de aire; los niveles más altos se encuentran generalmente en ciudades y en áreas industriales.
El asbesto es peligroso para la salud de quienes están en contacto frecuente con él ya que sus partículas pueden llegar a los pulmones, y no son degradadas por las células del sistema inmune. Esto produce inflamación crónica, desequilibrio en los tejidos pulmonares que conllevan a la formación de cicatrices (fibrosis) que impiden el funcionamiento normal de los pulmones, problemas al respirar y tos crónica.
La exposición al asbesto aumenta el riesgo de asbestosis (enfermedad inflamatoria que afecta los pulmones y causa dificultad para respirar, tos y daño permanente al pulmón) y otros trastornos no cancerosos de la pleura y de los pulmones, incluso las placas pleurales (cambios en las membranas que rodean el pulmón), el engrosamiento de la pleura y los derrames pleurales benignos (acumulación anormal de líquido entre las capas delgadas de tejido que revisten el pulmón y la pared de la caja torácica).
El asbesto incrementa el riesgo de padecer cáncer
La elevada exposición al asbesto incrementa de forma significativa el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, principalmente de pulmón, pero también puede presentarse mesotelioma, un tipo de cáncer poco común que afecta los revestimientos de los órganos en el pecho y abdomen, dada la estrecha relación entre este padecimiento y el contacto con asbesto.
La prevención es siempre el mejor mecanismo para cuidar de nuestra salud, los trabajadores que están en contacto permanente con asbesto obligatoriamente deben portar equipo de protección (guantes, lentes, mascarilla, ropa de trabajo) y no llevar estos elementos a su hogar, así como cumplir con todos los procedimientos de seguridad para evitar riesgos.