La escabiosis, popularmente conocida como sarna, es una enfermedad cutánea de fácil propagación causada por un ácaro denominado Sarcoptes scabiei. Este trastorno de la piel provoca una picazón intensa en la región donde los ácaros cavan pequeños conductos.
La enfermedad se contagia rápidamente mediante el contacto físico. Aunque tradicionalmente se ha relacionado con una mala higiene, estudios demuestran que no es así. Los factores de riesgo más importantes para contraer la sarna son todas las situaciones en las que aumente la probabilidad de entrar en contacto con el ácaro, puesto que este se transmite por el contacto de piel con piel, ya sea en la convivencia diaria o también en el contacto sexual.
Algunos de los factores que aumentan las probabilidades de contraer la enfermedad son: convivir con una persona que padezca sarna, ya sea familiar o incluso en el lugar de trabajo; entrar en contacto íntimo puntual con alguien que padezca la enfermedad; y compartir sábanas o ropa.
Los síntomas más frecuentes de la escabiosis son la picazón (que a menudo es intensa y por lo general es peor por la noche) y los surcos en forma de líneas delgadas irregulares, formadas por pequeñas ampollas o pequeños bultos en la piel que suelen aparecer entre los dedos, axilas, alrededor de la cintura, a lo largo de la parte interna de las muñecas, en los glúteos, rodillas y omóplatos.
¿Cómo prevenir la escabiosis?
Por la naturaleza de la enfermedad, muchos médicos recomiendan que el tratamiento lo realice el contagiado y la familia como forma de prevención.
Otra de las medidas de prevención contra la propagación del contagio o la infección de otros es lavar toda la ropa y las sábanas. Usa agua jabonosa caliente para lavar todas las prendas, toallas y ropa de cama que hayas usado los tres días anteriores al comienzo del tratamiento. Seca a temperatura alta. Lleva a la tintorería lo que no puedas lavar en casa.
Si hay una persona infectada en la casa, se deben aumentar las medidas de limpieza: aspirar alfombras y moquetas, ventilar las habitaciones, sacudir sábanas en el exterior. Considera colocar los artículos que no puedes lavar en una bolsa plástica sellada y dejarla en un lugar apartado, como el garaje, durante un par de semanas. Los ácaros mueren después de unos días sin alimento.
Desinfecta peines, cepillos para el cabello, tijeras o cualquier utensilio que tenga contacto con el cabello.
También puedes prevenir las infecciones secundarias de la piel por el rascado. Para eso se recomienda lavarse las manos a menudo, tener las uñas limpias y cortadas, y utilizar trapos mojados con agua fría para aliviar el picor.
Sigue estos simples consejos en tu hogar o en tu lugar de trabajo para prevenir la escabiosis. Aprende más sobre Salud Ocupacional y Salud General visitando nuestro blog.