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Isquemia cardiaca: ¿qué es, síntomas y cómo prevenirla?

La restricción del suministro de sangre causa falta de oxígeno en el corazón, como consecuencia, trabaja más de lo normal en un intento por compensar dicha deficiencia. Al no lograrlo, se produce la isquemia cardiaca. Foto: Freepik

La isquemia cardiaca o isquemia miocárdica se define como un aporte deficiente de sangre y oxígeno al músculo cardíaco. Se produce cuando el flujo de sangre que va al corazón se reduce he impide que reciba suficiente oxígeno. La reducción del flujo sanguíneo es provocada normalmente por una obstrucción parcial o total de las arterias coronarias por placas de colesterol y grasas en el interior de su pared.

La restricción del suministro de sangre causa falta de oxígeno en el corazón, como consecuencia, trabaja más de lo normal en un intento por compensar dicha deficiencia. Al no lograrlo, se produce la isquemia cardiaca manifestada por sensación de falta de aire o dolor de pecho (angina de pecho) y, a su vez, podría ocasionar la ruptura de las placas de colesterol (también llamadas ateromas) desencadenando la formación de un trombo y oclusión brusca de las arterias del corazón (infarto de miocardio) o, en el peor de los casos, muerte súbita.

¿Cuáles son los síntomas de la isquemia cardiaca?

Algunas personas que padecen isquemia suelen no presentar signos ni síntomas y esto se conoce como isquemia silenciosa o asintomática. Uno de los síntomas más frecuentes es la presión o el dolor en el pecho, por lo general, en el lado izquierdo del cuerpo. También puede presentarse dolor en el cuello o mandíbula, dolor de brazo o del hombro, taquicardia, falta de aire, náuseas y vómitos, sudoración excesiva y continua fatiga.

Según datos del Ministerio de Salud (Minsa – 2014), en nuestro país cerca del 28% de la población sufre de alguna cardiopatía y 16% sufre de presión arterial alta; ante estas cifras es importante conocer cómo prevenir enfermedades asociadas a la salud de nuestro corazón. Para evitar el desarrollo de la isquemia cardiaca o cualquier otro padecimiento cardiovascular puedes seguir estos sencillos consejos:

  • Dejar de fumar.
  • Controlar la presión arterial alta, el colesterol y la diabetes.
  • Limitar el consumo de alcohol.
  • Adoptar hábitos alimenticios saludables.
  • Comenzar un programa de ejercicios aprobado por el médico.

Si llevas un estilo de vida saludable puedes ayudar a que tus arterias se conserven fuertes, elásticas, uniformes y permitir un flujo sanguíneo máximo para el corazón. Un estilo de vida sano garantiza un corazón fuerte y sano.

Fuentes

Moreu-Burgos, J., & Macaya-Miguel, C. (2007). Fisiopatología del miocardio isquémico. Importancia de la frecuencia cardiaca. Revista Española de Cardiología Suplementos, 7(4), 19D-25D.

Velázquez Monroy, Ó., Barinagarrementería Aldatz, F. S., Rubio Guerra, A. F., Verdejo, J., Méndez Bello, M. Á., Violante, R., … & Lara Esqueda, A. (2007). Morbilidad y mortalidad de la enfermedad isquémica del corazón y cerebrovascular en México. 2005. Archivos de cardiología de México, 77(1), 31-39.

Revista SciELO.

Ministerio de Salud del Perú.

Revista del Cuerpo Médico HNAAA.

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