¿Qué es una prueba serológica cuantitativa? Las pruebas de anticuerpos de COVID-19 determinan si una persona ha estado infectada en el pasado al detectar la presencia de anticuerpos o proteínas producidas en la sangre por el sistema inmune para ayudar a neutralizar el virus.
Es decir, a través de una gota de sangre la prueba detecta los anticuerpos que produce el organismo mientras está respondiendo o ha respondido en algún momento a esta infección. Estos anticuerpos son los IgM (inmunoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G), que se adhieren al virus para desactivarlo o eliminarlo.
Si la muestra revela una elevada cantidad de anticuerpos, la prueba es positiva. Esto significa que una persona tiene o tuvo la enfermedad recientemente.
¿Cómo funciona una prueba serológica cuantitativa COVID-19?
Las pruebas serológicas cuantitativas prometen evaluar si un paciente tiene niveles protectores de anticuerpos neutralizantes de IgG, y si los niveles son lo suficientemente altos como para permitir la donación de plasma convaleciente. Esta práctica se está estudiando como un tratamiento para aumentar la capacidad de combatir el virus en pacientes gravemente enfermos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda estos análisis para diagnosticar a un paciente que necesita atención. La razón es que el organismo puede tardar al menos diez u once días en liberar los anticuerpos IgM y los IgG, y luego pueden quedarse por dos o tres meses (potencialmente más tiempo) en el cuerpo antes de que sean indetectables, aunque el virus ya se haya ido.
¿En qué se diferencian de las pruebas moleculares?
La principal diferencia entre las pruebas serológicas con las pruebas moleculares o PCR, es que estas últimas solo detectan la presencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. En cambio, las pruebas serológicas no son útiles para hacer un diagnóstico, sino que solo se usan para saber si ya hay protección contra el COVID-19.
Países como Perú y Colombia usan pruebas serológicas, pero el Ministerio de Salud de Colombia ha especificado que no se le considera como prueba diagnóstica de una infección vigente, sino que la usan para «identificar el contacto previo de una persona con el virus SARS-CoV-2».
En tanto que el Instituto Nacional de Salud de Perú también ha declarado que usa las pruebas serológicas para detectar infecciones pasadas y «facilitar la vigilancia de la pandemia e identificar potencialidades inmunológicas».
Entonces, ¿para qué sirven realmente las pruebas serológicas?
Las pruebas serológicas nos permiten saber cuántas personas ya se expusieron al virus al identificar cuántos han generado una respuesta inmune. Ayudan a decidir sobre la reanudación de actividades y se pueden aplicar en lo que se llama estudio poblacional.
Esta prueba es útil también en pacientes sintomáticos. Los primeros días después de la infección se comienza a montar la respuesta inmune y los anticuerpos pueden no ser detectables, por lo que no se recomienda el uso de esta prueba como diagnóstico inicial.
Y finalmente, las pruebas serológicas nos ayudan a encontrar candidatos para donar plasma convaleciente. Este es un tratamiento que ha sido usado en algunos países para pacientes críticos de COVID-19. De ahí que también han sido un aporte importante para el desarrollo de las vacunas que puedan contrarrestar o controlar el COVID-19.