fbpx

¿Cómo prevenir las pérdidas auditivas causadas por el trabajo?

El ruido es un sonido que resulta molesto, inútil y desagradable para la persona que lo escucha. Se entiende por ruido un sonido inarticulado y confuso, más o menos fuerte y no deseado. Foto: Freepik

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la pérdida auditiva inducida por ruido es la enfermedad ocupacional más común en América Latina y representa cerca de un tercio de los casos reportados. Más de 130 millones de personas sufren daños auditivos incapacitantes. ¿Cómo prevenir las pérdidas auditivas causadas por el trabajo?

El ruido es un sonido que resulta molesto, inútil y desagradable para la persona que lo escucha. Se entiende por ruido un sonido inarticulado y confuso, más o menos fuerte y no deseado.

A su vez, el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos (NIDCD, por sus siglas en inglés) señala que cuando se está expuesto a ruidos perjudiciales, las estructuras delicadas del oído interno, células ciliadas, pueden ser dañadas y causar la pérdida de audición.

Pérdidas auditivas: ¿cómo el ruido afecta negativamente a los oídos?

El ruido presente en el entorno laboral puede dar ocasión a alteraciones auditivas temporales (fatiga auditiva) o permanentes (hipoacusia o sordera). Los efectos fisiológicos que el ruido provoca en el oído son:

  • Hipoacusia: disminución de la agudeza auditiva que puede afectar todas las frecuencias audibles o selectivamente los tonos graves o los agudos.
  • Presbiacusia: pérdida de agudeza auditiva con la edad. Si bien es un efecto fisiológico normal a partir de los 30 años, es más acusada en personas expuestas al ruido.
  • Fatiga auditiva: respuesta fisiológica de protección del oído hacia sonidos de intensidad elevada (>87 dB), que se manifiesta con una elevación temporal del umbral de audición persistente después de haber cesado la emisión del ruido.

Trabajar en un entorno ruidoso durante muchos años aumenta significativamente el riesgo de padecer estas dificultades auditivas. Asimismo, el uso de audífonos telefónicos y la exposición a productos químicos pueden causar pérdida de audición.

De acuerdo con algunas investigaciones realizadas en Reino Unido y Estados Unidos, la pérdida de audición es una afección muy común entre los profesores. Veteranos de guerra, el sector de la minería, construcción y fabricación son los más expuestos a sufrir hipoacusia. Por lo general, uno de cada cuatro trabajadores muestra indicios de padecer pérdida de audición.

¿Cómo prevenir la pérdida auditiva?

Una de las formas más segura de cuidar los oídos es usando protectores cuando se encuentre trabajando alrededor de ruidos fuertes. Tanto tapones como auriculares sirven para prevenir el ruido. Si usted trabaja en un lugar muy ruidoso, puede tomar estas medidas para reducir el impacto en su audición:

  • Utilice la protección adecuada todo el tiempo que esté en el trabajo.
  • Los trabajadores expuestos a niveles de ruido elevados deben utilizar equipos de protección individual (EPI) como son auriculares o tapones protectores. Estos auriculares aíslan el ruido y protegen al trabajador. Deben de usarse cuando se vayan a utilizar herramientas pesadas de tipo motopico o taladros.
  • Programe pruebas de audición con su médico mínimo cada seis meses y máximo cada año.
  • Tome descansos saliendo del ambiente ruidoso, incluso si tiene tapones para los oídos.
  • Trabaje lejos de los equipos ruidosos, como los taladros, cuando sea posible.
  • Las empresas deben promover la realización de audiometrías para evaluar desde el punto de vista médico los niveles auditivos del personal. Estas evaluaciones permitirán identificar posibles casos de pérdidas auditivas.

Es importante la identificación de las fuentes de ruido, tomar las medidas preventivas necesarias para evitar la pérdida auditiva, llevar un control y registro médico que permita conocer el estado y salud de los oídos de los trabajadores.

Fuentes

Hernández-Gaytán, S. I., Santos-Burgoa, C., Becker-Meyer, J. P., Macías-Carrillo, C., & López-Cervantes, M. (2000). Prevalencia de la pérdida auditiva y factores correlacionados en una industria cementera. salud pública de méxico, 42, 106-111.

Bello, M. D. C. M. (1995). Efectos del ruido por exposición laboral. Salud de los Trabajadores, 3(2), 93-101.

Merino, F. O., Zapata, F. O., & Kulka, A. F. (2006). Ruido laboral y su impacto en salud. Ciencia & Trabajo, 8(20), 47-51.

LinkedIn
Twitter
Facebook
WhatsApp
Telegram