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Consumo de tabaco y COVID-19: ¿qué tan vulnerable es esta población?

El consumo de tabaco es un factor de riesgo conocido para muchas infecciones respiratorias porque aumenta la gravedad de este tipo de enfermedades. Foto: Freepik

El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2 que se propaga fácilmente entre personas de manera similar al resfriado común o a la gripe. El síndrome respiratorio agudo grave desencadenado por la infección del coronavirus puede provocar daños ingentes en el tracto respiratorio y una insuficiencia pulmonar letal. ¿Cómo afecta el consumo de tabaco y COVID-19?

El consumo de tabaco es un factor de riesgo conocido para muchas infecciones respiratorias porque aumenta la gravedad de este tipo de enfermedades. Un grupo de expertos en salud pública reunido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 29 de abril de 2020, estableció que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves en caso de padecer COVID-19, en comparación con los no fumadores

Consumo de tabaco y COVID-19: ¿qué tan vulnerable es esta población?

Existen una variedad de estudios que muestran que la nicotina activa la enzima convertidora de angiotensina II (ACE-2), que es el receptor celular de entrada del SARS-Cov2 a la célula, patógeno que causa la COVID-19.

Ante esto, los consumidores de tabaco se pueden considerar como población de riesgo de la enfermedad, por su hábito y por los efectos en la salud que este provoca. Los fumadores tienen riesgo de contraer COVID-19 de forma precoz, que la enfermedad sea más severa y mayor posibilidad de muerte por esta, y esto se atribuye directamente con el deterioro a la función pulmonar e inmunidad.

Igualmente, según la OMS, los fumadores son más vulnerables al COVID-19. El acto de fumar significa que los dedos (y posiblemente los cigarrillos contaminados) están en contacto con los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca.

El riesgo también aumenta en aquellos que fuman cigarrillos electrónicos, pipas de agua como narguiles y marihuana, ya que suelen compartirse y utilizarse en ocasiones sociales, lo que podría facilitar la transmisión del COVID-19 en entornos comunitarios y sociales.

¿Cómo te debilita el tabaco?

El humo del tabaco deteriora varios componentes o medidas de defensa del sistema respiratorio. Disminuye la inmunidad celular en parte y también algunos mecanismos de limpieza mucociliar que se tiene en la nariz, en la garganta, en la tráquea y, por lo tanto, esto hace al fumador más proclive a enfermarse. Esto está demostrado en la neumonía, influenza y otros virus respiratorios.

De ahí que los fumadores también pueden tener una enfermedad pulmonar previa o una capacidad pulmonar reducida, lo que aumenta enormemente el riesgo de padecer manifestaciones graves del COVID-19.

Más riesgo de quedar en hospitalización

El consumo de tabaco y otras condiciones aumentan la necesidad de oxígeno o reducen la capacidad del cuerpo para usarlo eficientemente. De hecho, los fumadores activos tienen más riesgo de desarrollar una infección más severa, tener necesidad de hospitalizarse, presentar insuficiencia respiratoria que derive en ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y conexión a ventilación mecánica.

Hay pacientes que tras padecer la enfermedad se recuperan sin secuelas aparentes, pero también hay casos de personas que resultan con daños severos y permanentes en los pulmones que, incluso, requieren un trasplante pulmonar.

La OMS recomienda a los fumadores dejar o reducir el consumo de tabaco como medida de prevención, entendiendo que son una población de riesgo y con la posibilidad de desarrollar síntomas mucho más fuertes en caso de contraer esta enfermedad.

Fuentes
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