El Perú todavía hace esfuerzos para cerrar la brecha de los no vacunados contra el COVID-19. Para febrero de 2022, entre un 30 y 32 por ciento de la población ya está dentro del esquema completo de dos dosis y la de refuerzo. ¿Será necesaria una cuarta dosis contra el COVID-19?
Aunque Ómicron sigue predominando en todo el país y su letalidad parece ser muy baja, a principios de febrero, el entonces ministro de salud Hernando Cevallos informó que, si es necesaria la cuarta dosis, el Perú ya tenía 55 millones de vacunas aseguradas para todo el año, pero resaltó que no se puede aplicar si todavía no han avanzado con la dosis de refuerzo.
Cuarta dosis contra el COVID-19: ¿será necesaria?
Sin embargo, expertos en el Ministerio de Salud (MINSA) han evaluado en aplicar una cuarta dosis siguiendo un esquema lógico de efectividad de vacunas y la aparición de nuevas mutaciones del COVID-19.
Recientemente, Alexis Holguín, director general de Intervención Estratégica en Salud Pública del Ministerio de Salud (MINSA), informó que ya se estaban colocando una cuarta dosis a pacientes oncológicos y trasplantados.
«Ellos requieren tres dosis primarias y una de refuerzo, pero con el resto de la población se sigue estudiando. Necesitamos más evidencia científica para saber en qué momento colocarla y en quiénes, porque no es lo mismo ponerla tres o seis meses o de repente un poco más” concluyó Holguín.
Chile se adelanta en América Latina
Mientras tanto, Chile inició en enero la aplicación de la cuarta dosis de la vacuna a personas mayores de 55 años que hayan cumplido los seis meses de su anterior inyección, convirtiéndose así en el segundo país en el mundo en dar este paso, después de Israel.
Según las autoridades chilenas, la cuarta inyección «aumenta en 20 veces la protección que tiene una persona respecto a otra que no tiene su vacunación completa».
Una aplicación de la cuarta dosis en Estados Unidos parece complicada para el especialista norteamericano Ricardo González-Fisher, de la organización sin fines de lucro de Colorado, Estados Unidos, Servicios de La Raza, “porque no todos tienen una tercera aún”.
También comentó que, aunque países como Israel ya están administrando una cuarta dosis al personal médico y a las personas mayores, Estados Unidos todavía está reuniendo evidencia para proporcionar información adecuada.
Estudios en Israel
Gili Regev-Yochay, directora de la investigación y jefa del servicio de enfermedades infecciosas del Centro Sheba israelí, precisó que el estudio, aún pendiente de revisión final y publicación, fue hecho en 154 médicos del hospital.
Israel fue el primer país en realizar estudios sobre la aplicación de una cuarta dosis. Explicaron que los galenos recibieron la cuarta inyección de Pfizer y otros 120 con Moderna. También evaluaron un grupo de misma cantidad no revacunado.
“La cuarta dosis no parece suficiente para frenar la variante Ómicron” aseguró la doctora Regev-Yochay, a la prensa, “y, por lo que sabemos hasta ahora, el nivel de anticuerpos exigidos para estar protegidos frente a la infección por Ómicron es presumiblemente demasiado alto para ambas vacunas”.
El ensayo clínico israelí apunta a que solo se logra una protección limitada frente al contagio por Ómicron tras recibir la cuarta dosis, pero también constata que los infectados durante el estudio han presentado síntomas leves de la enfermedad o ninguno en absoluto.
Reino Unido protege a mayores
Mayores de 75 años y otras consideradas vulnerables recibirán una cuarta dosis contra el COVID-19 en el Reino Unido, luego de que el Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización del Reino Unido lo recomendara.
El ministro británico de Sanidad, Sajid Javid, explica que saben que la protección de las vacunas se desvanece con el tiempo. “Es por esto que ofreceremos una dosis de refuerzo a aquellos que afronten riesgo más alto de contraer enfermedad grave para asegurar de que mantienen un alto nivel de protección», dijo el ministro.
Las actuales evidencias científicas apuntan a que la inmunización que generan las vacunas decae con el tiempo y muchos de los individuos, incluidos en los grupos de adultos más mayores del país, recibieron su dosis más reciente el pasado septiembre u octubre.
Conclusión
Se debe tener en cuenta además que las vacunas actuales no son esterilizantes (no previenen la infección), pero sí han demostrado su eficacia y seguridad en la reducción del riesgo de desarrollo de enfermedad grave y, por ende, en la reducción de las hospitalizaciones y muertes. Una cuarta dosis, podría evitar la gravedad de otra nueva variante que pueda surgir.