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Luz azul: ¿qué es y cómo afecta tu salud visual?

La luz artificial, esa que proviene de focos LED, dispositivos electrónicos y otros, tienen un porcentaje mucho mayor de luz azul que las luces naturales, como la del sol. Foto: Freepik

¿Le han dicho alguna vez que mucho tiempo viendo el celular, televisor o el monitor de una computadora puede ser perjudicial para su salud visual? Si la respuesta es sí, tiene que ver con lo que dicen los especialistas y expertos sobre la luz azul.

La luz azul es un tipo de luz visible de alta energía. La emite el sol, pero también la podemos encontrar en fuentes de luz artificial como los focos LED y la mayoría de las pantallas de los dispositivos electrónicos que usamos a diario. Eso incluye televisores, celulares, tabletas, laptops y monitores de computadoras de escritorio.

Técnicamente, como un agente físico que es, la luz es captada por el ojo humano en longitudes de onda que van desde los 390 a los 750 nanómetros. Un aproximado de 25% de la luz blanca, como se le conoce a la suma de todo el espectro de luz, es luz azul, un componente natural y necesario, cuya longitud de onda va entre los 395 y los 490.

Fuentes de luz artificial nocivas para la retina

La luz artificial, esa que proviene de focos LED, dispositivos electrónicos y otros, tienen un porcentaje mucho mayor de luz azul que las luces naturales, como la del sol.

Según un estudio de la Fundación Telefónica, en España, un usuario mira su celular unas 150 veces al día. A esto hay que añadirle las miradas a la pantalla del computador, la televisión y la tablet. Además, estos dispositivos se usan en distancias cortas, muy cerca de los ojos, lo que aumenta el grado de exposición.

La irrupción de los dispositivos electrónicos que emiten tanta cantidad de luz azul-violeta se ha producido en muy poco tiempo. Por lo tanto, no ha habido plazo suficiente para que el organismo cree mecanismos fisiológicos de compensación para protegerse.

¿Cómo afecta a nuestra salud la luz azul?

Muchos expertos coinciden en que la luz azul es potencialmente peligrosa en algunos aspectos. Sin embargo, las consecuencias se verán a largo plazo.

Lo que sucede, es que la onda de luz azul entra directamente en la retina del ojo y al ser este tipo de luz de un espectro de longitud bajo, pueden causar más daño, ya que las células de la retina no tienen la capacidad de regenerarse.

Según investigaciones científicas, la exposición prolongada a la radiación de luz azul o a la luz azul artificial causa daños fotoquímicos tanto en el cristalino como en la retina.

Y distintos estudios epidemiológicos han llegado a demostrar que esta luz es considerada, de hecho, como un factor de riesgo para la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE). Los expertos, incluso, sospechan que podría influir en el desarrollo de cataratas. Esta degeneración generalmente se presenta a partir de los 60 años, pero con la exposición a la luz azul, puede ser mucho antes.

En resumen, recibir un elevado porcentaje de estos rayos de luz en un largo tiempo causa:

Fatiga y estrés visual

Aparece cuando los ojos tienen que ver en condiciones de poca o mucha luz y, también, cuando tienen que enfocar durante mucho tiempo para ver. Por ejemplo, textos, vídeos o imágenes en un Smartphone.

El Síndrome Visual Informático (SVI)

Es una patología visual de reciente aparición que afecta a una de cada siete personas, que suele aparecer en forma de ojos rojos, secos, cansados, dolores de cabeza. Usar la computadora más de dos o tres horas al día, aumenta el riesgo de padecer SVI.

Alteración de los ritmos circadianos

Las pantallas emiten luz azul-violeta para que los puedas ver incluso en las horas más soleadas del día. Pero, por la noche, tu cerebro se queda confundido por esta luz, intensa como la solar, reduciendo la producción de melatonina, la hormona que da a tu cuerpo la señal de ir a dormir.

Dicho de otra forma: la luz de los dispositivos electrónicos puede interrumpir tu ciclo de sueño, haciendo más difícil dormir y permanecer dormido.

Recomendaciones y prevención

  • Use la regla de los 20-20-20, que consiste en que cada 20 minutos frente a una fuente de luz artificial, hacer una pausa de 20 segundos mirando a una distancia de 20 pasos (6 metros). Esto puede ayudar al sistema visual a que no esté permanentemente enfocado en la luz azul.
  • Coma frutas y verduras.Los alimentos ricos en antioxidantes protegen frente a la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE). Entre los alimentos ricos en luteína y zeaxatina, cuyos niveles bajos afectan a la retina están el kiwi, uvas rojas, calabacín, zapallo, naranjas, melón, mango, papaya, maíz y las verduras de hoja verde.
  • Tener una fuente de luz adecuada para que todos los rayos de luz vayan hacia nuestro cristalino. Si hay muy poca luz, la pupila se dilata y los rayos de luz penetran con más facilidad y fuerza.
  • Usar lentes protectores de luz nociva, pues disminuye los rayos en más de un 80%. Una de sus principales funciones es eliminar los rayos de luz nociva y proveer una luz más suave, reducir la fatiga visual y reducir el deslumbramiento, mejora el contraste y ayudan a prevenir el envejecimiento precoz de tus ojos.
  • Evite acercarse mucho a los dispositivos electrónicos.
  • Parpadee para evitar el ojo seco. También puede tener al mano líquido para humedecer sus ojos si los siente muy seco.
Fuentes
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