¿Qué se entiende por población de riesgo? El coronavirus es un grupo de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como neumonía, síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y síndrome respiratorio agudo grave (SARS). Cabe destacar que la cepa de coronavirus COVID-19, que ha causado el brote en China, es nueva y no se conocía previamente.
En general, el COVID-19 comienza con signos y síntomas parecidos a los de la Influenza como: fiebre, malestar general, tos o dificultad para respirar. El COVID-19 en la mayoría de los casos es leve, pero podría agravarse llegando incluso a neumonía. El periodo de incubación medio es de 5 a 6 días, con un máximo de 14.
¿Quiénes son lo más vulnerables al COVID-19?
Potencialmente se pueden contagiar todas las personas expuestas a gotitas en el ambiente o a superficies contaminadas. Sin embargo, el desarrollo de la enfermedad y su severidad dependerán de las condiciones de base del paciente, siendo más vulnerables quienes tienen enfermedades que afectan su sistema inmune o reciben tratamientos que disminuyen sus defensas, adultos mayores y portadores de patologías crónicas susceptibles a descompensarse.
También se encuentran más expuestos quienes viajen a países y zonas con casos confirmados o brotes activos y que tengan contacto cercano con enfermos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras, lo cual podría demandar que sean atendidas en un hospital.
Las personas que pueden presentar complicaciones tras ser declaradas como casos positivos de coronavirus son, además, pacientes con VIH, cáncer, inmunosuprimidos, adultos mayores, personas con obesidad y enfermedades crónicas.
Factores de riesgos según la edad
Entre los adultos, el riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 aumenta con la edad, por eso los adultos mayores corren mayor riesgo. Que una persona se enferme gravemente a causa del COVID-19 significa que podría requerir hospitalización, cuidados intensivos o un respirador para poder respirar. Incluso el paciente podría morir.
A medida que envejece, aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones tras contagiarse de COVID-19. Por ejemplo, las personas de 50 años tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones que las personas de 40. Del mismo modo, las personas en sus 60 o 70, en general, tienen mayor riesgo que las personas de 50. El riesgo más alto de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 lo tienen las personas de 85 años o más.
Población de riesgo frente al COVID-19
A continuación mencionamos la lista de personas consideradas población de riesgo y en definitiva más vulnerables para contraer COVID-19:
- Personas de 70 años o más, independientemente de las condiciones médicas.
- Menores de 70 años con una afección de salud subyacente.
- Personas que presenten enfermedades respiratorias crónicas como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema o bronquitis.
- Aquellos que tengan enfermedad cardíaca crónica como insuficiencia cardíaca, así como las que sufren enfermedad renal crónica, enfermedad hepática crónica (como hepatitis), y afecciones neurológicas crónicas como la enfermedad del Parkinson.
Son también más vulnerables aquellas personas con:
- Enfermedad de la neurona motora, la esclerosis múltiple, una discapacidad de aprendizaje o parálisis cerebral.
- Pacientes que padecen diabetes.
- Aquellos que tienen problemas con el bazo. Por ejemplo: enfermedad de células falciformes o si le han extirpado el bazo.
- Personas que tengan un sistema inmunitario debilitado como resultado de afecciones como el VIH-SIDA, o por medicamentos como tabletas de esteroides o quimioterapia.
- Y finalmente, pero no menos importante, los que tienen sobrepeso grave.
Si usted pertenece a algunos de estos grupos de riesgos, es importante extremar las medidas de bioseguridad. Continúe lavándose las manos de forma regular, mantenga el distanciamiento social, use los equipos de protección personal (EPP) y siga cuidándose y ayudando a no propagar esta enfermedad.