Alimentación y sedentarismo: ¿cómo comer mejor?

El teletrabajo provoca inevitablemente una reducción de la actividad física al no implicar ningún tipo de desplazamiento hasta el lugar de trabajo. Además, supone un cambio de rutina que puede agravar aún más el sedentarismo, así como la adopción de hábitos poco saludables como picar entre horas, las malas posturas o el exceso de uso de pantallas. ¿La alimentación y sedentarismo guardan relación?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que al menos 60% de la población del mundo vive una vida sedentaria. Es decir, sin realizar suficiente actividad física y, a su vez, esta misma inactividad es el cuarto factor de riesgo de muerte más importante en todo el mundo y toda la población puede verse afectada por este mal hábito.

La nueva realidad provocada por la pandemia del COVID-19 ha supuesto un incremento del teletrabajo sobre el trabajo presencial, esto como forma de prevención de contagios. No obstante, el teletrabajo también ha aumentado la falta de actividad física y el sedentarismo.

Al tener un estilo de vida sedentario o con menor actividad física, es importantísimo cuidar la alimentación para prevenir enfermedades y sobrepeso. Aunque se recomienda practicar alguna actividad física, si no es posible, toca cuidar de lo que comemos.

Alimentación y sedentarismo: ¿cómo comer mejor?

A continuación, mencionamos algunos consejos para cuidar de la alimentación si no hacemos actividad física o teletrabajamos:

Establece el menú de toda la semana

La mejor manera de evitar que la situación se descontrole es que el domingo decidas qué vas a comer durante toda la semana. Planifica cada comida y, si tienes dudas, pide ayuda a un profesional de la nutrición y la dietética.

Si no te lo quieres comer, no lo compres

Ahora que estás trabajando en casa tienes la nevera y la despensa demasiado cerca. Evita los dulces, los snacks y otras tentaciones y sustitúyelos por otros snacks saludables.

Controla el consumo de snacks y de azúcar

Aunque sientas que te falta energía, procura no recurrir a los snacks y el azúcar. Estos alimentos te saciarán al momento, pero tienen un componente adictivo poco recomendable. Evita también los alimentos procesados.

Compra todo lo que necesites antes de empezar

Si quieres atender las tareas del día sin interrupciones, compra los alimentos que necesites a primera hora del día o al finalizar la jornada laboral. Interrumpir el trabajo para ir al supermercado o para poner una lavadora hará que te sientas más disperso y que te cueste más concentrarte. De todas formas, una vez realizada la compra, reserva unos minutos para hacer ejercicio.

No comas en el mismo lugar en el que trabajas

Prepara tu mesa para comer en un entorno apropiado. Eso te ayudará a identificar la hora de la comida como un momento de desconexión, tan beneficioso para tu mente como para tu cuerpo. Por otro lado, comer frente al computador te puede llevar a comer en exceso ya que tu cabeza, distraída en otras cuestiones, puede llegar a ignorar las señales de saciedad.

Aléjate de tu mesa de trabajo, tómate el tiempo que necesitas y disfruta de la comida como se debe.

Hidrátate de manera adecuada

Bebe agua y zumos naturales siempre que lo necesites. Igualmente, puedes tomar un café o un té al día. Beber agua con frecuencia te ayudará a no recurrir al picoteo. En muchas ocasiones, la falta de hidratación nos lleva a no identificar correctamente las señales en nuestro cerebro y confundir la falta de hidratación con hambre.

Optar por las versiones integrales

Por ejemplo, si desayunas tostadas, es mejor optar por el pan integral porque la fibra nos mantiene saciados durante más tiempo. La pasta y el arroz también son mejores en su versión integral.

La buena alimentación es clave para poder tener un estilo de vida saludable. Así como debemos cuidarnos del COVID-19, también es importante cuidar nuestro cuerpo para que funcione de manera óptima.