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¿Por qué debes realizar una actividad física con frecuencia?

Ejercitarse al menos 30 minutos al día, cuatro veces por semana, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, presión arterial alta, niveles elevados de colesterol en sangre y algunos tipos de cáncer. Foto: Freepik

Cualquier movimiento corporal que exija un gasto de energía es considerado actividad física. Abarca el ejercicio, pero también otras actividades como el juego, una forma activa de transporte, actividades recreativas, entre otras.

La práctica de alguna actividad física o deporte contribuye también a tener trabajadores más saludables y felices, lo que se traduce en un mejor clima organizacional y mejores resultados.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de muerte en todo el mundo y es la principal razón de enfermedades como el cáncer de mama y de colon, la diabetes y cardiopatías.

Beneficios de la actividad física

Ejercitarse al menos 30 minutos al día, cuatro veces por semana, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, presión arterial alta, niveles elevados de colesterol en sangre y algunos tipos de cáncer. A la vez que permite la liberación de endorfinas promoviendo una sensación de alegría influyendo en el estado de ánimo.

Otro de los beneficios de practicar un deporte es que ayuda a nuestro cuerpo a relajarse y bajar la tensión nerviosa, así como a dormir más placenteramente. Esto es realmente valioso porque permite drenar la tensión y estrés laboral constante que provoca el ritmo de trabajo y actividades cotidianas, lo que se traduce en mejor toma de decisiones y realizar tareas de forma más óptima.

¿Qué actividades físicas puedes realizar?

  • No estés tanto tiempo sentado, y si debes estar por más de tres horas continuas puedes practicar este ejercicio: sentado recto en tu silla respira profunda y tranquilamente llenando tu estómago de aire. Mantén esta inspiración durante algunos segundos, después suelta el aire, expulsándolo por la boca lentamente. Poco a poco, tu estómago va a volver a su estado original y los músculos transversales de los abdominales se van a contraer.
  • Utiliza la escalera en vez del ascensor o usa bicicletas como medio de transporte. Camina lo más que puedas, ve al trabajo a pie o estaciona un poco más lejos.
  • Para relajar los brazos y hombros, siéntate en tu silla, mantén el pecho recto y levanta el brazo por encima de la cabeza mientras mantienes las manos cruzadas y las palmas hacia el techo.

¡Recuerda, solo debes moverte y empezarás a notar un cambio! Aprende más de Salud Ocupacional y Salud General en nuestro blog.

Fuente: Rosa, S. M. (2013). Actividad física y salud. Ediciones Díaz de Santos / Clarín / Vitónica
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