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¿Qué puestos de trabajo te hacen más propenso al cáncer laboral?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 90% de los cánceres humanos son de origen químico, y de ellos 60-90% de origen ambiental. A su vez, los cancerígenos ambientales suelen tener un origen industrial (directa o indirectamente). Foto: Freepik

El cáncer laboral es provocado por la continua exposición a cancerígenos en el trabajo y aparece generalmente de una forma tardía posterior a la exposición, y este lapso en el que no se presentan síntomas del padecimiento se conoce como “periodo de latencia”.

La exposición a agentes cancerígenos es más frecuente en trabajadores que desempeñan tareas de producción, mantenimiento y reparación en las industrias, trabajadores de la construcción, limpieza y gestión de residuos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 90% de los cánceres humanos son de origen químico, y de ellos 60-90% de origen ambiental. A su vez, los cancerígenos ambientales suelen tener un origen industrial (directa o indirectamente). Asimismo, la OMS determinó que para el año 2012 hubo 8,2 millones de muertes por cáncer, siendo el 19% atribuible al medio ambiente, incluido el entorno laboral.

Origen del cáncer laboral

Ahora bien ¿cómo se origina el cáncer profesional? Existen varias vías de entrada de cancerígenos en el organismo por:

  • Inhalación: es la principal vía de entrada puesto que junto al aire van otros productos y/o sustancias como gases, vapores, polvos, humos etc.
  • Ingestión: al ingerir preparados y/o sustancias junto a líquidos y alimentos.
  • Contacto directo con la piel (vía dérmica): debido al contacto con las sustancias o preparados y o exposición a radiaciones.

Según datos de la a Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés) existen más de 40 agentes causantes de cáncer. Dependiendo de una alta concentración y extensa exposición del trabajador, este estará más susceptible al desarrollo de esta enfermedad.

Entre los agentes cancerígenos más comunes se encuentran:

  • Arsénico: asociado al cáncer pulmonar, vesical, hepático y piel.
  • El asbesto y amianto: mesotelioma pleural.
  • Benceno: leucemia.
  • Formaldehído: cáncer etmoidal y de senos paranasales.
  • Sílice, cromo y níquel: cáncer pulmonar.
  • Radiaciones ultravioletas, el petróleo y derivados: cáncer de piel.
  • Bencidina, naftalamina y aminodifenil: cáncer de vejiga.
  • Cloruro de vinilo: cáncer de hígado.

En el caso de los procesos industriales y labores específicas relacionadas con estos elementos de riesgo, están:

  • Industria y manufactura: calzado, plásticos, radiación, agentes químicos diversos.
  • Imprentas: uso de anilinas.
  • Minería: fundición y refinería.
  • Lavasecos: percloroetileno.

Igualmente, aquellos que trabajan al aire libre expuestos a radiaciones ionizantes y rayos ultravioleta, en particular los solares, son más propensos a contraer cáncer de piel, como el carcinoma basocelular.

¿Cómo prevenir el cáncer laboral?

La principal medida preventiva para reducir el número de personas afectadas con esta enfermedad es evitar o minimizar la exposición a agentes probadamente cancerígenos. Esto puede conseguirse:

  • Prohibiendo la fabricación, manipulación y uso de algunas sustancias cancerígenas.
  • Sustituyendo el cancerígeno por otra sustancia con menor riesgo (por ejemplo, eliminación del amianto de frenos y embragues por otro tipo de materiales resistentes a la fricción).
  • Utilizando circuitos cerrados de trabajo.
  • Aislando al trabajador cuando no se pueda aislar el proceso.
  • Usando ropa y equipos de protección que reduzca la exposición.

Las organizaciones, conjuntamente con sus trabajadores, deben preocuparse por garantizar un ambiente saludable para todos y esto empieza entendiendo los riegos ocupacionales de nuestro trabajo y cómo este puede impactar en nuestra salud.

Fuentes

Kogevinas, M., Rodríguez Suárez, M., & Adonina Tardón, S. (2005). Cáncer laboral en España. Valencia: Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS).

Martínez-López, E., & Saldarriaga-Franco, J. (2008). Inactividad física y ausentismo en el ámbito laboral. Revista de salud pública, 10, 227-238.

Ruiz-Frutos, C., García, A. M., Delclós, J., & Benavides, F. G. (2007). Salud laboral: conceptos y técnicas para la prevención de riesgos laborales.

OMS Estadística sobra el Cáncer Serie de Informes Técnicos 632. Ginebra, OMS, 1979

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